Jueves Santo

Muy Piadosa Hermandad y Cofradía de Nazarenos de la Santa Redención y María Stma. del Mayor Dolor

Nosotros hemos de gloriarnos en la cruz de nuestro Señor Jesucristo (Gálatas 6,14)

Jueves Santo, día del amor fraterno. Y da comienzo la jornada en que se rememora el mayor gesto de amor jamás contado.  Tras un largo año de espera ha llegado el gran día. Al igual que el Martes Santo, durante toda la mañana la Parroquia de San Antonio de Padua se convierte en un trasiego de hermanos y devotos. Se ultiman los últimos preparativos para vivir la tarde-noche más esperada del año. 

 

Música de viento y percusión. Encabezando el cortejo procesional, es la cruz de guía acompañada por una pareja de faroles la primera insignia que hace acto de presencia. Cristo ha muerto. Por tanto, la cruz de guía es austera portando un sudario blanco.

 

La Vera Cruz, la cruz en que murió Nuestro Señor Jesucristo. Esa Cruz que es fruto de la libertad y amor, en la que Jesús quiso sufrir para compartir nuestro dolor y hacerlo redentor. En ella triunfó sobre la muerte y perdonó al mundo de sus pecados. Valientes costaleras con gran esfuerzo superan las dificultades de la salida del templo. Y el silencio rompe en el tambor.

 

El madero herido, tallado de dolor solitario, camina despacio por las calles de la ciudad. Esa madera desprovista de todo adorno. Sencilla, sin ornamentos que distraigan la vista del nazareno. A su paso nos invita a reflexionar sobre nuestra fe dentro de un aroma inigualable que impregna todo el recorrido.

 

Nazarenos franciscanos. La tarde de Jueves Santo se viste de granate y negro, mientras las calles se llenan con un discreto silencio. Calvario de un inocente. Duelo y luto de una madre. María Santísima del Mayor Dolor camina tras su Cruz Redentora. Su bella expresión de dolor se clava en el alma como si de un puñal se tratara. María sufre su pena callando, con lágrimas dolorosas, mirando al Cielo y orando. Suena el Himno Nacional y con pétalos de rosas perfuman su desconsuelo.

Cuando comienza a caer la tarde, la cofradía se encuentra en plena ebullición en su barrio. El discurrir por el entorno del Mercado Central deja huella en la retina. A sones de marcado tambor y marchas fúnebres, la cofradía entra en el corazón de su Alicante. En la Carrera Oficial la Cruz Redentora mantiene la fe de quien en Ella confía mientras bajo una luna mediterránea brilla su estrella más preciosa con nombre de Mayor Dolor. 

 

Volviendo a casa, se llega a la Plaza de Ruperto Chapí. De nuevo el señero entorno del Teatro Principal es presente de otro momento único de la Semana Santa Alicantina, el Tradicional Encuentro con el Cristo de la Paz, imagen perteneciente a la Cofradía de la Piedad y Caridad de Benalúa. 

 

El momento del Encuentro de Madre e Hijo es muy emotivo. Con ambos pasos enfrentados, es uno de los momentos álgidos del recorrido de la Hermandad, para muchos el más emotivo, amén de la salida y la entrada de los pasos titulares. Suena el Himno Nacional. Como cada año, costaleros y costaleras de ambas Cofradías, alzan con fervor ambos pasos entre los  aplausos y llantos de emoción del numeroso público que se da cita. 

 

Tambores a lo lejos, es el Cristo del Perdón. De la euforia del Encuentro, pasamos al respeto y silencio. A su paso cercano, nuestra Hermandad habla bajito, en recogimiento mientras comienza a entrar de nuevo en su barrio.

 

Cuando ya es la media noche, es entonces que la Cofradía toca a su fin. La plaza vuelve a estar abarrotada. El madero vacío espera a su Madre al Encuentro, para fundirse en un alboroto de alegría. Llega el punto final, los últimos cirios de nuestra Cofradía se apagan, pero su llama sigue latente en nuestros corazones esperando a Cristo Resucitado; esperando a aquel que ha de abandonar el sepulcro, vencer a la muerte y traer la Salvación para toda la humanidad.

Texto: Carlos Javier Pelegrín Perete

Fotografías: archivo de la Cofradía y Junta Mayor de Hermandades y Cofradías


Datos de interés de la Estación de Penitencia

Horarios: Salida: 19:30 h. Carrera Oficial: 21:20 h. Recogida: 00:15 h.

 

Itinerario: Parroquia San Antonio de Padua (Franciscanos) 19:30 horas, Poeta Carmelo Calvo, José Gutiérrez Petén, Manuel Antón, Campos Vasallo, Poeta Quintana 20:25 horas, Capitán Segarra, Alfonso X el Sabio, Avda. Constitución, Duque de Zaragoza, Venia, Rambla, Plaza Portal de Elche, Bailén, Avda. Constitución 23:00 horas, Médico Pascual Pérez, Castaños, Alfonso X el Sabio, Capitán Segarra, Poeta Quintana, José Gutiérrez Petén, Poeta Carmelo Calvo y Parroquia San Antonio de Padua (Franciscanos) 00:00 horas

 

Lugares Recomendados: Salida del trono titular de su sede por la estrechez de la puerta (19:30 horas). Es de interés el encuentro que se produce cada año entre María Stma. del Mayor Dolor y el Cristo de la Paz en el Teatro Principal (23:00 horas). Encuentro entre sus tronos al término de la procesión (00:00 horas)

 

Número de socios: Aproximadamente unos 200 hermanos acompañan a nuestros Titulares cada Martes Santo (50 nazarenos, 84 costaleros y 20 damas de mantilla)

 

Indumentaria: túnica negra con botonadura rojo cardenal, capa y capirote rojo cardenal, emblema bordado en la parte delantera inferior del capirote, cíngulo rojo cardenal, guantes y calcetines blancos, y zapatos negros.

 

Capataces: Verónica Sánchez Sanguino en la Santa Cruz Redentora y José Ángel Martínez Alonso en María Stma. del Mayor Dolor

 

Vestidor: Alejandro Valera Mateo

 

Camareras: Rosa Ballestrín Martínez, Carmen Perete Colón, Pilar Alonso Hernández, Raquel Jiménez Sabater y María Dolores Murcia Marín

 

Costaleros: Cuadrilla de la Hermandad. El número de costaleras que portan el paso de la Santa Cruz Redentora es de 48 y el número de costaleros que portan el paso de María Stma. del Mayor Dolor es de 36

 

Música: Música de viento y percusión en la Cruz de Guía, Tambores de la Agrupación Musical Costa Blanca de Alicante en el paso de la Santa Redención y Agrupación Musical La Nova de Banyeres de Mariola en el paso de María Stma. Del Mayor Dolor

 

Adorno floral: Víctor Ruiz Ñeco y miembros de la Cofradía